Otra vez, un rendimiento paupérrimo.- El equipo no jugó a nada, creó una sóla situación de gol en los 90 minutos (desperdiciada por Farias), tuvo groseros errores defensivos (gol en contra de Tuzzio incluido), un mediocampo inexistente y delanteros voluntariosos pero aislados. No hubo el más mínimo atisbo de funcionamiento colectivo, y cuando el partido se moría, un tibio Arsenal asestó dos golpes en sendos contraataques y se llevó todo con muy poco. Luego del partido, Cristian Díaz por fín se decidió a renunciar, mientras el Presidente, en un bajo golpe, escudaba su ineptitud desdramatizando la situación deportiva tras la muerte de un niño. Realmente, tristísimo.
Navarro (5),
Russo (3),
Tuzzio (4),
Tula (4),
Morel (3)
Vargas (4),
Battion (2),
Ferreyra (3),
Rosales (4),
Farias (4)
Vidal (5).
Luego,
Montserrat (4),
Pizzini (sin calificar)
Leguizamon (3).
A esta altura, todos cargan las tintas contra el técnico renunciante, Cristian Diaz, sin advertir que él no es el principal responsable. Es más, es una víctima de las circunstancias. Simplemente estaba dirigiendo la reserva, cuando alguien decidió promoverlo a un sitio para el cual evidentemente no está preparado, se lo sostuvo mucho más allá de lo razonable pese a su clara falta de experiencia para el cargo. El es una victima.
Las culpas, hay que buscarlas en la dirigencia, encabezada por el presidente Cantero. Allí están las responsabilidades en contratar y mantener a un DT sin la preparación que el caso requiere. Allí están las responsabilidades de haber vendido muy mal y haber comprado peor, armando un plantel de jugadores veteranos con el cual nos jugamos la permanencia.- No se entiende la obstinación en mantener a un DT que hace 11 fechas que no logra una victoria, exactamente desde que, apresuradamente, se firmó su contrato como DT oficial. No se entiende que no se pidan avales o no se haga una adecuada averiguación de antecedentes sobre la solvencia del comprador a la hora de vender jugadores, lo que hace que perdamos (con respecto a Velazquez, nuestro mejor jugador) la chance de una buena venta, y ahora recibamos al jugador luego de 5 fechas jugadas y seguramente desmotivado por la situación. Nuestro estadio, otrora ejemplo, ahora da pena, debiendo suspenderse partidos por mal estado del field y con cortes de luz inexplicables. Como si fuera poco, en lugar de acercarnos al poder, nos enfrentamos a él, aún a costo de perder la categoría. Se enfrenta a la hinchada en vez de buscar su respaldo. Se expulsa a los jugadores útiles (Nuñez, Parra) y jamás Independiente se puede imponer a otro equipo a la hora de que un jugador importante defina su destino ( Ortiz y Villar prefirieron a Rácing, Piatti a San Lorenzo). Los jugadores de inferiores, huyen despavoridos, perjudicandose nuestro patrimonio futuro (Ontiveros). Todo esto ocurre, cuando el equipo va ULTIMO (si último) en los promedios....
Ahora, asoma "El Tolo" Gallego como solución: pero no se que hará el Tolo como bombero, con estos "refuerzos" que no son muy diferentes de los Gavilan, Sergio Manoel, Rosental, Fram Pacheco o Wilmer Cabrera que sabian traer Comparada o Héctor Grondona. Hasta ahora, ninguno de los "refuerzos" de esta generación demostró absolutamente nada. Si bien muchos de ellos fueron campeones en otros clubes, lo han sido en otros momentos de sus carreras, que ahora están en el ocaso y muy poco pueden ofrecer a nuestro club, que debe ser, en promedio de edad, el equipo más longevo de la historia del futbol mundial.
Panorama negro, muy negro.
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