Evidentemente, sólo un milagro podrá hacer que este impresentable equipo conformado por Cristian Diaz y la comisión directiva encabezada por Javier Cantero, no nos lleve al descenso directo, y quizá mucho antes del final de los torneos. El equipo, a pesar de la impronta de Gallego, no tiene material que de lugar al entusiasmo. El tránsito en el mediocampo parece el de lentas y pesadas carretas; no hay ni 1% de creación de juego. No hay enganche. No hay marca. En general, hay mal estado físico, hay notoria proliferación de lesiones, evidentemente hubo una mala pretemporada, y el golpe de timón al llamar a Gallego, es demasiado tarde, ya que sin un plantel mínimamente acorde a sus pergaminos, nada podrá hacer.  Hoy Independiente no produjo absolutamente nada en los 90 minutos de juego, a pesar de controlar por momentos la pelota, jamás supo que hacer con ella. Quilmes llegó menos, pero fue más punzante y quizá mereció la victoria.  Gallego echó mano a la gente del club, como Fredes y Benitez, pero este último se hizo expulsar infaltilmente agravando la crisis. Finalmente, hay que agradecer a la fortuna que no nos fuimos derrotados, en un partido en el cual, si pretendemos esquivar el descenso, debimos haber ganado. El futuro es muy negro, en todo sentido. NAVARRO (5) VALLES (5) VELAZQUEZ (6) TULA (5) MOREL (5) ROSALES (4) BATTION (6) ZAPATA (3) FERREYRA (6) FARIAS (5) LEGUIZAMON (4) Luego: BENITEZ (2) GODOY (S/P) FREDES (6) Por último, cabe acotar que el campo de juego estaba totalmente destruido, en razón de un acto evangelista llevado a cabo el día anterior al partido. Es un bochorno ver un field de esa forma. Cantero: Vos sos el responsable de esta realidad. Hacete cargo.